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Arquitectura: Cómo adaptar el gimnasio al usuario

Un proyecto arquitectónico de un gimnasio debe comenzar por la definición del programa de servicios que ofrecerá y el predimensionamiento de cada ámbito. Para ello, el inversor debe conocer en profundidad, por un lado, su público objetivo y, por el otro, a su competencia.

  • ¿Quién será su usuario?
  • ¿Qué expectativas tiene éste?
  • ¿En qué horarios va a venir?
  • ¿Trabaja, estudia o tiene mucho tiempo disponible?

Estas son preguntas fundamentales a la hora de enfrentar un proyecto de gimnasio, puesto que las respuestas a exactamente las mismas servirán para trazar el perfil de público al que se apunta.

De este modo sabremos si este cliente del servicio va a tener prisa para ser atendido, si necesitará de servicios auxiliares, como guardería infantil, restorán, centro de estética, etcétera, y tendremos una noción más cercana sobre la cantidad de equipamiento y el número de salas para atender en los horarios pico.

Respecto a la competencia, precisamos conocer lo básico:

  1. qué actividades ofrece
  2. cuáles son sus puntos fuertes
  3. cuáles sus deficiencias.

Con estos datos en la mano, el usuario y el arquitecto comienzan a trazar el perfil del gimnasio.

¿Será un gimnasio con o sin piscina?

¿Debemos tener varios salones para clases grupales con diferentes modalidades ó menos salones de mayor tamaño? ¿Qué porcentaje del total de clientes del servicio empleará los vestuarios?

Cómo examinar las respuestas

Tenemos que valorar críticamente todos los datos obtenidos y también procurar trazar un perfil del futuro usuario, sus expectativas y sus necesidades.

Vamos a analizar por poner un ejemplo el caso de un gimnasio en un barrio con actividades predominantemente comerciales, como oficinas y tiendas, sin residencias cerca y donde las personas tienen dificultades para llegar al trabajo por la mañana y volver a sus casas por la tarde, por causa del tránsito.

El público que concurre a este gimnasio tiene más de veinticinco años de edad (no hay niños) y frecuentará las instalaciones bien temprano, antes de trabajar, ocasionalmente durante la hora de almuerzo y de forma segura de noche, después del trabajo.

Tenemos entonces horas pico bien definidas. Para atender esta demanda hay que contar con una sala de musculación grande, a fin de que no haya colas de espera en los aparatos (los usuarios de la mañana y del mediodía tienen mucha prisa). Las salas de gimnasia asimismo deben estar bien dimensionadas para que absolutamente nadie quede afuera.

Los vestuarios han de ser grandes, con bastantes duchas y un área de vestidores cómoda, puesto que serán muy utilizados. En los guardarropas debe caber la ropa de trabajo, como trajes, sin que estos se arruguen. Servicios como comida rápida y peluquería son bien vistos, tal como el alquiler de toallas y de lockers. Todo el gimnasio debe apuntar a satisfacer rápidamente las necesidades de este público profesional.

Vamos a pensar ahora en un perfil diferente: un gimnasio instalado en un barrio residencial de clase media, con alta densidad demográfica. Allá va a haber que apuntar un público más extenso, con edades y necesidades diferentes.

Podemos planear un gimnasio con piscina, que atienda desde niños hasta ancianos.

Por ser un gimnasio cercano a la vivienda del usuario, a excepción del público que viene por la mañana temprano, durante el resto del día el cliente del servicio no tiene tanta prisa, entonces el dimensionamiento de la sala de musculación no precisa prever picos tan fuertes.

Por otro lado, debe haber áreas de socialización grandes, a fin de que las personas charlen, coman o bien esperen a sus hijos.

Los vestuarios van a ser menos utilizados: deben ser cómodos si bien el número de duchas atenderá esencialmente al público de la piscina.

Sauna y sala de estética corporal son buenas ideas, igual que un espacio de recreación infantil. Y como serán atendidas varias franjas etarias, sería bueno también contar con un número mayor de salas de gimnasia, para tener una propuesta de clases más variada.

Superando las expectativas

Sabiendo quién es su futuro cliente del servicio, el emprendedor y el arquitecto técnico comienzan a trazar el programa de servicios del gimnasio y a dimensionar los espacios, recordando siempre y cuando debemos meditar en la comodidad del usuario, en todos y cada uno de los detalles.

El usuario debe sentirse bienvenido desde que llega al gimnasio, con una recepción bien planificada, salones de clase y de musculación del tamaño correcto, y con una circulación fácil y extensa. En el gimnasio el usuario debe hallar todo cuanto espera y un tanto más.

Sin embargo recuerde acomodar su oferta al tamaño de su emprendimiento. Es mejor ofrecer menos clases y servicios, pero preservar la comodidad del gimnasio, en lugar de procurar colocar más cosas de las que ciertamente puede caber en ese espacio.

¿Y si el sitio es pequeño?

Organiza correctamente el material, ofrece un buen servicio y cuando el gimnasio esté lleno, puedes plantearte abrir otro en la misma ciudad u otra.

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