Seguramente seas una de esas personas que nada más llegar al gimnasio y dejar la bolsa de entrenamiento en la taquilla vas a la zona de pesas y empiezas con tu rutina de ejercicios y repeticiones sin pensar siquiera en el calentamiento antes, ¿para qué, verdad?
Pues resulta que hay beneficios en el calentamiento antes de empezar con el entrenamiento propiamente dichos ya que esta actividad nos sirve para:
– Reducción del riesgo de lesiones y aumenta el rendimiento muscular durante la parte más intensa del entrenamiento.
– Con el calentamiento se aumenta la temperatura del cuerpo de tal forma que la circulación sanguínea se mejora de forma sustancial. A consecuencia de esto los músculos, tendones y sistema nervioso se encuentran en mejores condiciones para poder empezar a trabajar.
El calentamiento es la parte más importante a la hora de prevenir futuras lesiones
Una vez hemos visto los beneficios que tienen el calentamiento para nuestro cuerpo, hemos de distinguir las dos partes que debemos tener en cuenta dentro del mismo.
La primera parte de nuestro calentamiento debe de ser algún tipo de ejercicio muy genérico y en el que se active la mayor parte de nuestro cuerpo, como podría ser correr en la:
- cinta estática
- bicicleta estática
- la elíptica; siendo este ejercicio de una intensidad moderada (aunque sin pasarse) y durante unos 10 o 15 minutos.
La segunda parte del calentamiento estaría enfocado a ciertos grupos musculares específicos que deberemos de calentar siempre y cuando vayamos a ejercitarlos durante el entrenamiento propiamente dicho.
Por ejemplo: si nuestra rutina de entrenamiento se va a centrar en las piernas, lo que deberíamos de hacer en el calentamiento será calentar con la elíptica. De igual manera calentaremos en la máquina de remo si en nuestro entrenamiento nos enfocaremos en el tronco.
Un calentamiento de 15 minutos y que active la mayor parte de nuestro cuerpo es el indicado
Otra de las grandes preguntas que siempre nos hacemos cuando estamos calentando es si debemos de estirar los músculos o no antes de entrenar de manera intensa; después de muchos estudios al respecto de ese tema se ha conseguido llegar a un consenso.
Y dicho consenso sería el de hacer estiramientos activos, es decir, hacer estiramientos que implique movimiento en el cuerpo y que no sean estiramientos estáticos, ya que se genera demasiada tensión en los músculos y tendones si el cuerpo no está en movimiento cuando realicemos los estiramientos.
Una vez visto el calentamiento a realizar antes de la sesión de entrenamiento, también vamos a ver qué debemos hacer una vez que hayamos terminado el entrenamiento para poder volver a la calma y que nuestro cuerpo no sufra más de lo necesario.
Y en este tema apenas hay trucos o cosas novedosas que os vayamos a explicar, los pasos a seguir será la vuelta a la calma realizando un ejercicio muy muy suave como podrían ser la bicicleta estática (o de spinning), cinta de correr o la elíptica, de manera que nuestro ritmo cardíaco y temperatura corporal vayan bajando y volviendo a la normalidad.
Por último, y quizás la parte más importante de nuestro entrenamiento sea la de estirar muy bien la zona que hayamos trabajado durante la sesión con mayor intensidad, ya que de esta manera podemos mejorar la flexibilidad de la zona, relajando los músculos y aumentando al máximo la recuperación muscular de manera que podamos volver a entrenar a máxima intensidad otra vez esa zona muscular con pocos días de descanso.
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